miércoles, 10 de octubre de 2018

Ligeti: "Lux Aeterna" para coro mixto


En 1964, el realizador Stanley Kubrick puso la mira en la construcción de una película que explorara la relación del Hombre con el Universo. Cuatro años más tarde, se estrenaba 2001: Odisea del Espacio, con resultado y críticas de dulce y agraz. "Monumentalmente poco imaginativa", escribió un crítico. Otro, en cambio, señaló que era "un éxito magnífico a escala cósmica". Con algo de sorna, un tercero anotó: una obra "a medio camino entre lo hipnótico y lo aburrido". Hoy, a cincuenta años de su estreno, la crítica coincide con la opinión popular de su tiempo: una obra genial.

En este encantamiento popular la banda sonora jugó un papel muy destacado. En un principio se apostó por música original, pero a medio camino Kubrick se inclinó por música preexistente: alguna muy reconocida, otra conocida en ciertos círculos, y otro tanto desconocida por completo. A esta última categoría pertenece la obra Lux Aeterna, incorporada por Kubrick a la banda sonora sin ocuparse de solicitar permiso al autor, el compositor húngaro György Ligeti.


Ni más ni menos que cuatro obras de Ligeti incorporó Kubrick a la película, sin cancelar derechos. Ligeti supo de ello a través de un amigo, quien sugirió que fuera a ver el filme premunido de un cronómetro. Se enteró así de que una buena media hora contenía música de su autoría. Pero no armó ningún escándalo. Simplemente se querelló contra el cineasta, exigiendo indemnización por la módica suma de un dólar. No sabemos en qué terminó el conflicto. Solo esperamos que en el trabajo conjunto posterior (El Resplandor, Ojos Bien Cerrados) Kubrick haya sabido comportarse.

György Ligeti (1923 - 2006)
Nacido en Hungría en 1923, sobreviviente de campos de concentración, Ligeti fue parte del gran éxodo húngaro de 1956, asentándose en Alemania donde pudo empaparse del floreciente desarrollo de la música contemporánea. Se sumó rápidamente a la vanguardia, y pronto comenzó a producir trabajos cautivadores por su atrevimiento y complejidad, a menudo dentro de marcos rítmicos muy libres. A partir de 1960, la calurosa recepción a varias de sus obras lo transformaron en uno de los autores prominentes de la vanguardia europea. Después de todo, entonces, Ligeti no era tan desconocido cuando Kubrick se tomó la libertad de tomar sus obras sin permiso.

Lux Aeterna, para coro mixto
La misteriosa, tenebrosa y algo tétrica pero bellísima obra, está escrita para coro mixto de 16 voces a capella, es decir, sin acompañamiento. Los textos, en latín, están tomados de la tradicional misa de Requiem de la liturgia católica. Compuesta en 1966 mediante la técnica conocida como "masa sonora", introducida por Ligeti en los años sesenta, tiene como resultado un cuerpo sonoro que prescinde del ritmo y la melodía, utilizando la armonía para producir variaciones de timbres vocales en el tiempo.
Con sus algo más de ocho minutos de duración, pareciera sugerir, con su susurrante textura, una presencia universal capaz de impregnarlo todo. Es lo que suscitan las voces que emanan del monolito, en la célebre escena de la película de Kubrick.

La versión es de la agrupación Taipei Chamber Singers, bajo la conducción de su directora Chen Yun-Hung.


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2 comentarios :

  1. Excepcional. Muy bella e inspiradora. No conocía esos pormenores y jamás había relacionado esa música excelsa con la película de Kubrick. Gracias por el aporte, muy valioso como todos los demás. Siempre es un placer visitar este blog.

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  2. Hola, Ana Maria: Así es, pues, están íntimamente relacionadas. Muchas gracias por tus palabras y el comentario.

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