lunes, 22 de octubre de 2018

Friedrich Kuhlau: Sonatina en Do mayor


Recién iniciado el siglo XIX, el joven pianista y compositor de origen alemán Friedrich Kuhlau comenzó a presentarse regularmente en público, consiguiendo el aplauso de una audiencia gratamente sorprendida, pues a raíz de su copiosa obra para flauta, todo el mundo creía que era flautista. A tal extremo, que se le llegó a llamar "el Beethoven de la flauta". Lo cierto es que Kuhlau no sabía tocar el instrumento, y si escribió para él en esa época se debió exclusivamente a razones económicas: una exigencia del mercado.




Kuhlau escribió también un buen número de óperas, pero en nuestros días el autor es recordado principalmente por su obra para piano, en la que, además de un Concierto, sobresale una serie de sonatinas escritas con fines pedagógicos cuyo estudio hoy ningún futuro pianista puede descuidar, pues constituyen un indispensable ejercicio previo al abordaje de las sonatas de los grandes maestros.

Friedrich Kuhlau, en 1828
(1786 - 1832)
Amigo de Beethoven
Nacido al sur de Lüneburg, Alemania, a los veinte años huyó, con su familia, a Copenhague, para evitar ser reclutado por el ejército napoleónico. Allá establecido, dio a conocer a los daneses la obra de Beethoven, a quien admiraba. Posteriormente tuvo la suerte de conocerlo, en 1825, durante un viaje a Viena. Se dice que fueron grandes amigos. Al parecer, la admiración era mutua. Se cuenta que ambos asistieron, como buenos amigos, a una fiesta algo escandalosa en la cual, al calor de la champaña, intercambiaron chispeantes cánones compuestos sobre sus apellidos. Hay quienes agregan que Beethoven, al día siguiente, no recordaba nada.

Sonatas y sonatinas
Literalmente, una sonatina es una sonata pequeña. Más que una forma musical, la palabra es un título que el autor ha tenido a mano para designar una pieza en forma sonata pero más breve y ligera, o liviana, o técnicamente menos exigente, que una sonata típica. Las bellísimas sonatinas del opus 36 de Muzio Clementi cumplen a cabalidad con esta caracterización. Pero no siempre es así. Las hay, sonatinas, con exigencias no menores. Sirvan de ejemplo la Sonatina de Ravel o la de Alkan. Y por supuesto, las "sonatas fáciles" de Beethoven, del opus 49, de dificultad mediana, pero dificultad al fin. Kuhlau - Sonatina No. 4 en Do mayor, Op.55 No 1
Compuestas en 1823, el Opus 55 de Kuhlau contiene seis sonatinas. Todas ellas breves, de dos o tres movimientos, promediando los cinco minutos de duración, con un primer movimiento con sección de desarrollo muy breve o inexistente. La que escuchamos solo tiene dos movimientos, animados ambos. 

Movimientos
00:00  Allegro
02:49  Vivace

La versión es del maestro nacido en Osaka en 1934, Mitsuru Nagai.


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2 comentarios :

  1. Es curioso -por lo que dice el comentario inicial- este talentoso compositor alemán, escribió su obra para flauta con un fin lucrativo, en la oportunidad que le ofrecía el mercado.¿Quien dijo que el lucro era malo?

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  2. Hola, Luis: Así es. Friedrich, sencillamente, tenía que comer... Saludos y gracias por el comentario.

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