viernes, 5 de octubre de 2018

Aram Khachaturian: Concierto para violín


En 1937, tres años después de graduarse en el Conservatorio de Moscú, el compositor Aram Khachaturian ingresó a la Unión de Compositores Soviéticos, creada por Stalin hacía cinco años. El autor, uno de los compositores líderes de su generación, resultó elegido dos años más tarde para un puesto directivo de cierta relevancia. Pero ello no le impidió concluir ese año el Concierto para violín que le hará merecedor de un galardón, el Premio Lenin.
La ilustre distinción, sin embargo, tampoco será obstáculo para que, diez años más tarde, junto a Shostakovich, Prokofiev y otros prominentes autores, el compositor sea acusado de escribir música contraria a los intereses del pueblo soviético.


Efectivamente, en 1948, Khachaturian fue incluido en la lista negra del comisario Andrei Zhdanov, junto a los compositores ya nombrados, acusados de "formalismo", "modernismo" y otras desviaciones de la conducta proletaria. Naturalmente, a Khachaturian no le quedó más alternativa que "arrepentirse", mediante la confesión de sus "errores" en una humilde apología. Sin embargo, su música siguió igual, sin cambios. Al parecer, más que su música, al Politburó le preocupaba su participación en la Unión de Compositores, considerada a esa altura un bastión de la música incorrecta. En todo caso, de ahí en adelante el autor se las ingenió para combinar arte y política, con una habilidad notable.

Ahora bien, si la música del maestro contenía irreverencias, estaba muy lejos de presentar las características y rasgos de la música de sus colegas más osados, digamos, de Shostakovich. Claros ejemplos de ello son el ballet Gayane, de 1942 (con su famosísima Danza del Sable), o el ballet Espartaco (que ganó ¡un premio Stalin! en 1959). El Concierto para violín de aquel año laborioso, sin ir más lejos, es una obra abiertamente romántica, clara y expresiva, que ganó popularidad de inmediato para no abandonar hasta ahora los escenarios del mundo.

Concierto para violín en Re menor
Como toda la música del maestro, los elementos folklóricos (armenios) permean la obra, a través de exuberantes ritmos y fragmentos melódicos repetidos obsesivamente. Estructuralmente, no rebasa ningún límite, adscribiendo al tradicional formato de tres movimientos en secuencia rápido-lento-rápido. El primero en forma sonata, el segundo un lírico interludio, y el tercero un brillante rondó conclusivo.
La obra está dedicada al maestro ruso David Oistrach, quien fue el solista para su estreno, el 16 de noviembre de 1940.

Movimientos:
00:22  Allegro con fermezza
15:33  Andante sostenuto
28:58  Allegro vivace 

La versión es del violinista armenio Sergey Khachatryan, con la Orchestre National du Capitole de Toulouse, dirigida por Tugan Sokhiev.


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