domingo, 29 de diciembre de 2019

Mozart: Concierto No 8, en Do mayor


Como se sabe, Maria Anna Mozart, llamada familiarmente Nannerl, fue tan pianista como su hermano Wolfgang Amadeus. Muchas de las sonatas para piano y algunos conciertos del niño genio fueron dados a conocer a Nannerl antes que a cualquier otra persona. Ella se apresuraba a estudiarlos bajo la supervisión y consejos de su hermano menor, quien –a veces desde muy lejos– le animaba a hacerlo por medio de cartas colmadas de entusiasmo.
Pero no siempre fue Mozart tan entusiasta con quienes se abocaban al estudio de sus obras. En carta a Salzburgo enviada desde Mannheim, hace mención al reputado profesor alemán Georg Vogler, a quien le escuchó –en palabras de Wolfgang– "abrirse camino afanosamente" a través de su concierto en Do mayor para piano y orquesta.


El propio Wolfgang usó para propósitos didácticos el mentado concierto durante muchos años, y ello explica, quizá, que la obra cuente con tres cadenzas, de variada dificultad, cuando lo habitual es que se dejaran a la voluntad y habilidades del intérprete.

Es el momento de recordar que el concierto para piano, como forma musical, fue la última de las formas clásicas en ser desarrolladas. Y ello ocurrió casi enteramente gracias a Mozart, que después de asentarse en Viena en 1782 produjo 17 obras maestras que conforman el alma del repertorio del concierto clásico. Sus primeros esfuerzos se vieron influenciados por conciertos y sonatas de varios otros compositores, incluido Johann Christian Bach (a quien conoció en Londres en 1764), adaptando materiales de aquellos autores, trabajando sobre el allegro de uno, o el adagio de otro. No fue sino hasta finales de 1773, que Mozart compuso su primer concierto completamente original (en Re mayor, K. 175). El que nos ocupa verá la luz tres años más tarde.

Concierto en Do mayor, K 246
Es el cuarto de los conciertos enteramente originales. Fue compuesto en Salzburgo, fechado en abril de 1776, un año después que Mozart y su padre Leopold regresaran de su tercera y última visita a Italia. Fue compuesto para la joven condesa Antonia Lützow, nieta del empleador de los Mozart, el Arzobispo de Salzburgo, y posiblemente alumna del padre, Leopold.

Está estructurado en la secuencia habitual de tres movimientos: rápido - lento - rápido. Es menos brillante que los demás conciertos compuestos alrededor de la misma época, pero los movimientos externos exigen dedos muy ágiles, lo que sugiere que la joven condesa fue una habilidosa intérprete . El Andante prefigura los grandes movimientos lentos que caracterizarán a los futuros conciertos vieneses.

Movimientos:
00:00  Allegro aperto
07:36  Andante
17:28  Rondeau. Tempo di Menuetto

Mikhail Pletnev al piano. acompañado de la Orquesta Nacional Rusa, dirigida por Vladislav Lavrik.