viernes, 9 de marzo de 2018

Mozart: "Ave verum corpus", motete


Mozart escribió su primer motete cuando tenía doce años. El último lo compondrá en Viena, en la primavera de 1791, seis meses antes de su muerte. Escrita en simultaneidad con el célebre Requiem inacabado, la pieza sacra Ave verum corpus puede considerarse la última obra religiosa de Mozart enteramente concluida. Ese año saldrá de su pluma buena parte de sus trabajos más celebrados. A ese puñado de obras magníficas Mozart sumará un ejercicio sublime en la breve forma sacra con origen en el Medioevo, el motete, para agradecer a un amigo los cuidados prodigados a su amada Constanze.


Baden
De salud algo frágil, Constanze acostumbraba pasar varias temporadas "tomando las aguas" en Baden, un balneario a veinte y pico kilómetros de Viena. En junio de 1791 se encontraba allí, disfrutando de las aguas con su hijo Carl, de siete años, y embarazada de siete meses de Franz Xavier, su sexto y último vástago (anotemos que, de los seis, solo dos superaron la infancia). Mozart los visitaba regularmente, ocupándose de que su familia estuviera allí perfectamente acomodada. Para ello descansaba en la buena voluntad de su amigo Anton Stoll, residente en Baden, profesor y director de música de la parroquia de la localidad.

Un donativo para la parroquia
En su último año de vida Mozart se mantuvo ocupadísimo. Además de bregar con el Requiem, por esos meses trabajaba simultáneamente en el Concierto para clarinete, en la ópera La clemenza di Tito, y en el mayor éxito de su vida, La Flauta Mágica. La visita a su familia en Baden servía para bajar en algo las revoluciones. Los 46 sencillos compases del motete Ave verum corpus se sumaron entonces al repertorio del coro de la capilla del diligente profesor Stoll. Terminada en Baden el 18 de junio, la pequeña obra maestra tuvo su estreno para la celebración de Corpus Christi, el 23 de ese mes, en la iglesia parroquial de Baden.

Motete Ave verum corpus en Re mayor, K. 618
Está compuesto sobre un himno eucarístico de la fe católica que comienza con esas palabras, ave verum corpus, algo así como "Salve, verdadero cuerpo". El himno data del siglo XIV y es generalmente atribuido al papa Inocencio VI. Escrita para coros, orquesta de cuerdas y órgano, la obra contiene una única indicación dinámica pero magistral: el maestro solo anotó que debía interpretarse sottovoce.
Sus sublimes 46 compases apenas sobrepasan los cuatro minutos de duración.

The Choir of King's College, de Cambridge, con Matthew Martin en el órgano, dirigidos por Daniel Hyde.


Amigo visitante:
Si te gustó el artículo, mucho te agradecemos si lo compartes, con un cómodo clic

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Deja aquí tus impresiones, por sencillas que sean. Tu opinión siempre será bienvenida.