miércoles, 5 de julio de 2017

Scriabin: Concierto para piano y orquesta


Recién egresado del Conservatorio de Moscú, a sus veinticuatro años, Alexander Scriabin ya realizaba giras como pianista virtuoso por toda Rusia y parte de Europa. Y comprendió que había llegado el momento de mostrar ante el público sus habilidades como compositor de obras concertantes. Así, en el otoño de 1896, en solo un par de días, completó su primer y único concierto para piano. Era el primer trabajo suyo que involucraba la orquesta, así que su orquestación le llevó un poco más de tiempo, dándola por terminada en mayo del año siguiente. Ferviente admirador de Chopin por esos años, su escritura trae a la memoria el lenguaje pianístico instalado por el genio polaco cincuenta o más años atrás.


Pese a que el compositor, proclive al pensamiento místico, en sus últimos años se sintió atraído hacia espacios más sofisticados del quehacer musical (incluido cierto coqueteo con el dodecafonismo), nunca dejó de interpretar su propio concierto, lo que hacía bastante a menudo. Por esos años, el concierto también se había convertido en uno de los favoritos de su ex camarada en el Conservatorio de Moscú, Sergei Rachmaninof, quien lo dirigió en 1911 con Scriabin al piano. Más tarde, será el mismo Rachmaninof quien se siente al piano para interpretarlo, en un homenaje realizado en memoria de Scriabin, en 1915, pocos meses después de la muerte del autor.

A. Scriabin (1872 - 1915)
Concierto para piano en Fa sostenido menor, opus 20
Estrenado el 23 de octubre de 1897, con Scriabin al piano, el concierto está estructurado a la manera tradicional, con tres movimientos en la secuencia rápido-lento-rápido, con una extensión de poco menos de treinta minutos. Si bien, como ya se ha dicho, la atmósfera de la obra evoca claramente el pianismo chopiniano, el tratamiento orquestal acusa una participación de la orquesta harto más activa y comprometida de la que puede apreciarse en los conciertos del maestro romántico polaco.

Movimientos
01:34  Allegro – El piano introduce el tema principal, que luego tomará la orquesta mientras el piano acompaña en octavas.
09:30  Andante – Construido en novedosa y poética forma de tema y variaciones. Aunque escritas en modo mayor, las cuatro variaciones están impregnadas de un sentimiento nostálgico.
18:01  Allegro moderato – Más intensamente expresivo que los movimientos anteriores, su tema principal se condensa en apenas los dos primeros compases, a los que seguirá un extenso arpegio altamente exigente, un desafío no menor para el propio Scriabin, virtuoso de manos pequeñas.

La versión, excelente, es de la pianista eslovena Ana Šinkovec Burstin, acompañada por la RTV Slovenia Symphony Orchestra, dirigida por Simon Krečič.


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