martes, 5 de febrero de 2019

Muzio Clementi: Concierto para piano

Clementi, pianista y fabricante de pianos

El compositor, pianista, pedagogo, director, editor de música, corrector de imprenta y fabricante de pianos Muzio Clementi nació en Roma pero pasó la mayor parte de su vida en Inglaterra. Hacia allá se lo llevó, de catorce años, un acaudalado británico miembro del Parlamento, sir Peter Beckford, luego de convencer a la familia de que el muchacho exudaba talento y que bajo su tutela podría conducir su genio a niveles de excelencia. Durante muchos años, Muzio dedicó ocho o más horas diarias al clave cuando no tenía que complacer a Sir Peter en las veladas que el excéntrico parlamentario organizaba con regularidad en la finca de la familia, en Wiltshire; las horas de estudio perdidas en cada evento, las recuperaba el joven Clementi al día siguiente aplicándose al clave por doce o catorce horas.


Clementi y Cía
Así, pues, el joven músico que debutó en Londres en 1773, a los veintiún años, era un clavecinista excepcionalmente capacitado que al poco tiempo cambió el clave por el pianoforte, instrumento que le cautivó a tal grado que en la medianía de su vida abandonó los recitales para hacerse socio de una fábrica de pianos que terminó por llevar su nombre, Clementi y Cía, exitoso emprendimiento que transformó su vida para siempre. Si alguna vez abandonó Londres, en dirección al continente, fue para mostrar su virtuosismo en el pianoforte y, de paso, las bondades del instrumento que fabricaba. Muzio Clementi murió rico, en 1832, tras una carrera de treinta años como pianista y pedagogo, y una trayectoria de veinticinco como empresario de la música.

Muzio Clementi (1752 - 1832)
La opinión de sus contemporáneos
Pero este notable pianista de fines del siglo XVIII no gustó a todo el mundo. Y a Mozart, algo menos todavía. Sabemos de la competición de ambos en la corte de José II, que el emperador tuvo a bien declarar "empate", en enero de 1781. Un desafío de caballeros. Sin embargo, en carta a su hermana Nannerl del año siguiente, Mozart no titubeó en calificar a Clementi de "charlatán, como todos los italianos". Surge la pregunta: por qué tanto encono.

Hasta antes de que asomara Beethoven, Clementi superó con creces a todos sus colegas contemporáneos, incluido Mozart, al menos frente a las audiencias, en técnica pianística. Mozart recibió el respeto de todos los profesionales. Mozart era el músico noble y serio. Clementi agitaba, estremecía a su público como Wolfgang nunca pudo hacerlo. En conjunción con ello, estudiantes y profesionales de la época estudiaban sus sonatas y sonatinas con la mayor dedicación y respeto. También, su único concierto para piano, de génesis poco convencional.

Concierto para piano en Do mayor
Fue compuesto en algún momento antes de 1793 (hacía dos años había muerto Mozart), pero la orquestación actual pertenece a otro compositor, Johann Baptist Schenk, quien le dio forma instrumental alrededor de 1796.
Hacía dos años, Clementi había revisado el concierto y no satisfecho con la orquestación original, condensó la pieza para reducirla a una sencilla sonata, la Sonata en Do mayor, Opus 33-3, facilitando así su demanda, probablemente.
Ahí intervino Schenk y la reorquestó a su gusto, con la venia de Clementi.
Es probable que Clementi haya escrito otros conciertos que posteriormente transformó en sonatas, pero este es el único que ha sobrevivido, gracias –en parte, claro está– a Schenk.

Movimientos
00:00  Allegro con spirito
09:35  Adagio cantabile con grande espressione
16:49  Presto

La versión es del pianista y musicólogo italiano Pietro Spada, acompañado de la Orquesta The Philharmonia, conducida por el director italiano ya fallecido Francesco d'Avalos.


Amigo visitante:
Si te ha gustado el artículo, mucho te agradecemos si lo compartes, con un cómodo clic

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Deja aquí tus impresiones, por sencillas que sean. Tu opinión siempre será bienvenida.