jueves, 3 de marzo de 2016

Isaac Albéniz: Rapsodia Española



El sorprendente afán de aventura del extraordinario pianista y compositor español Isaac Albéniz, lo había llevado antes de los trece años a recorrer España y luego América, ofreciendo presentaciones, primero como niño prodigio a los ocho años y luego como joven promesa del piano comparable a Liszt o Thalberg.
A ello ayudaba el oficio de su padre, funcionario de aduana, permanentemente trasladado de ciudad en ciudad. Su historia de vida –incluida una etapa mística– similar a la de Liszt, llevó a los círculos musicales de su tiempo a llamarlo sencillamente "el Liszt español", aunque a diferencia del maestro húngaro, el adolescente Albéniz hubo de trabajar en cualquier cosa durante sus periplos cuando la realidad estuvo por debajo de las expectativas, lo que sucedía a menudo pues el pequeño maestro "partía de gira" en la dirección en que estuviese vuelto.

Albéniz, con poco más de 20 años
(1860 - 1909)
Leipzig A los catorce años pareció sentar cabeza pues luego de presentarse en Nueva York y San Francisco, entró al Conservatorio de Leipzig con el fin de perfeccionarse pero no le duró mucho, estuvo allí apenas nueve meses. Se había quedado sin dinero, así que debió regresar a España.

Bruselas
Intervino entonces un mecenas que consiguió su ingreso al prestigioso Conservatorio de Música de Bruselas gracias a una pensión real. Allí se mostró como el alumno más joven y el más brillante, lo que coronó obteniendo el primer premio del Conservatorio en 1879. Pero solo estuvo tres años en Bruselas.

Barcelona
Luego de conocer a Liszt e integrarse a las tournées del gran maestro húngaro junto a otros jóvenes que lo seguían a todas partes, regresó nuevamente a España y decidió instalarse en Barcelona. Allí se casó en 1883 y formó una familia. Albéniz, ahora sí, había sentado cabeza.

Rapsodia Española, para piano y orquesta
Lamentablemente, a diferencia de las demás piezas del mismo nombre, salidas de la pluma de Ravel, Chabrier, o Liszt, en nuestros días la Rapsodia de Albéniz no se escucha en los auditorios con la regularidad que su autor, que la tenía en alta estima, hubiese querido.
Escrita originalmente para piano y finalizada en 1886, el compositor la estrenó exitosamente en Madrid el 21 de marzo de 1887.
La versión que por lo general hoy se escucha es la versión para piano y orquesta, debida a Georges Enescu, del año 1911.

Obra en un solo movimiento, sus partes, o secciones, ricas en la más pura tradición española, son las siguientes:
00       Allegretto
03:59  "Petenera de Mariani"
07:24  "Jota"
09:52  "Malagueña de Juan Breva"
16:28  "Estudiantina"

La versión es de la pianista rusa Lubov Timofeyeva, acompañada de la Orquesta Sinfónica de Moscú, bajo la dirección de Vladimir Ziva.


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