lunes, 12 de septiembre de 2011

Mahler: Quinta Sinfonía - Adagietto



Un Adagietto para Alma
El pintor Gustav Klimt, autor del célebre cuadro El Beso, era uno de los invitados a la velada en casa de la familia Zukerkandl, en Viena, el 7 de noviembre de 1901. Casi se fue de espaldas cuando se enteró de que también estaba invitada la joven a la que llevaba persiguiendo por media Europa hacía ya seis años, desde que ésta tenía dieciséis. No cabía en sí de gozo. La joven, compositora en ciernes, se llamaba Alma Schindler, tenía ahora 22 años y era considerada, cómo no, la mujer más hermosa de Viena.

Alma Mahler (1879 - 1964)
Alma hizo su entrada triunfal poco después de las ocho. Gustav cruzó el salón para saludarla pero el resto de los invitados impidió su paso porque éstos se abalanzaron a recibir al invitado de honor, que se hacía también presente en ese preciso momento. Otro Gustav se añadía a la velada. Era Gustav Mahler, el gigante, compositor y director de la Opera Imperial de Viena.
Gustav, el pintor, abandonó la partida esa misma noche.

Gustav Mahler tenía a la sazón 41 años. Estaba soltero y, como director de la Opera y de la Filarmónica de Viena, se encontraba en la cúspide de su fama y prestigio internacional. La fascinación entre Alma y el nuevo Gustav fue mutua e inmediata. Tras dos encuentros posteriores a la velada --Gustav la invitó a un ensayo y luego a la representación de una ópera de Gluck-- el compositor le declaró sus sentimientos con palabras insólitas: "No es fácil casarse con un hombre como yo. Soy libre y debo seguir siéndolo". Como pocos, Gustav logró casarse con su propia Alma. Contrajeron matrimonio muy poco después, el 9 de marzo de 1902.

Gustav Mahler, en 1899
(1860 - 1911)
Pero no todo había sido siempre así de simple para Mahler. Veinte años antes, en los inicios de su carrera, Gustav había sido contratado para dirigir opereta en un pequeño teatro en la Alta Austria, pero el puesto tenía sus bemoles, según nos cuenta la propia Alma, en su diario:
"El padre de la Zwerenz, la prima donna, le nombró director de la orquesta... pero en un sentido muy especial... Sus deberes consistían en poner la música en los atriles antes de cada representación, limpiar el polvo del piano y recoger nuevamente la música después de cada función. En los intervalos debía pasear a la pequeña Mizzi Zwerenz en su cochecito, alrededor del teatro".

No fue un comienzo glamoroso, desde luego. Y quizás Alma exagera un poco. Lo que no puede negarse es que es de la mano de Alma –quien sacrificó sus propio interés creador en pro de la carrera de su esposo– que Gustav Mahler avanzó todavía más en su carrera alcanzando la cima pocos años después, al ser contratado para hacerse cargo del Metropolitan de Nueva York, en la temporada 1907-1908.

Quinta Sinfonía - Adagietto
Nueve sinfonías compuso Mahler, más una décima que quedó inconclusa. El mismo año de su unión con Alma comenzó a componer la quinta sinfonía y la terminó –es un decir pues sufrió innumerables modificaciones posteriores– en 1902 en su refugio de Maiernigg, junto a un lago. Consta de 5 movimientos. El cuarto movimiento es probablemente el que la ha hecho célebre, el famoso Adagietto para arpa y cuerdas, que Lucchino Visconti en su película Muerte en Venecia, de 1971, elevó casi a la categoría de personaje al hacerla acompañar gran parte de la historia.
La versión es de la Lucerne Festival Orchestra, dirigida por Claudio Abbado.

 

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13 comentarios :

  1. Qué belleza más grande, Dago querido.. me liquidaste!! Lo siento por Gustav Klimt, el pintor, pero si yo hubiera sido Alma, también me habría enamorado de Gustav Mahler. Este cuarto movimiento de su quinta sinfonía me hubiera bastado para caer rendida a sus piés. Besitos, gracias por esta maravilla y nos vemos en el concierto de hoy.

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  2. Querida queca: Qué sería de este blog sin tus comentarios! Gracias. Pero has de saber que Alma era bien polola. Entre los que a su vez cayeron rendidos a sus pies, se cuenta a Georges Bizet y Gustave Fauré, ni más ni menos. Incluso estuvo a punto de abandonar al propio Mahler cuando se puso loquita por un famoso arquitecto llamado Gropius.

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  3. Dago, esta Sinfonía tormentosa me acuerda a Alberto Harms, cuando con sus amigos apagábamos las luces del lugar para escucharla. Ya no me conmueve pero en ese entonces me trastornaba. Pasa el tiempo y se ignora porqué la música ya no nos puede hacer llorar. ¿será que cuando no somos felices no notamos lo extraordinario de una melodía por mucho que haya unanimidad. La 5 ahora me produce angustia, Mahler me lo enseñó mi viejo, paso a paso lo expresaba, sus hijos muertos, esa alegría enfiestada etc. Algo me aleja de la música, tampoco quiero cumbias ni demases. Te quiere, CPía

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  4. ¡¡Horror!! Me equivoqué de mina. La señorita que pololeó con Bizet y Fauré no es Alma sino Emma Bardac, la segunda mujer de Debussy. Ruego disculpar.
    Para colmo de males, Fauré no se llamaba Gustave sino Gabriel. Sorry.

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  5. CPía:
    Todo muy bonito. Gracias por tu comentario. Pero no te puedes alejar de la música. Eso sí que no.

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  6. Solo puedo limitarme a aclarar que el arquitecto Gropius no era un don nadie, era Walter Gropius el fundador de la Bauhaus. Modestamente creo que el primer movimiento de la quinta sinfonía de Malher es el más impresionante, ya que con su semejanza al segundo movimiento de la tercera sinfonía de Beethoven, representa la evolución de algo así como un siglo de la sinfonía romántica, paralelo con la evolución de la pintura romántica que va desde Caspar David Firederich hasta Franz Marc probablemente el último pintor romántico alemán, muerto en la primera guerra mundial. Algo análogo aconteció con la arquitectura alemana; al finalizar la república de Weimar, es serrada la Bauhaus, el más importante movimiento artístico del siglo XX, en el comienzo de lo que sería la autodestrucción de dicha sociedad.

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  7. Exactamente. El arquitecto llamado Gropius es ni más ni menos que Walter Gropius, como bien señalas en tu ilustrado comentario que por cierto agrega tremendo valor a este modesto blog. Te lo agradezco enormemente.
    Sobre la Quinta, ya habrá la oportunidad de incluir su primer movimiento y decir respecto de él algunas palabras.

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  8. Lo que entiendo leyendo los comentarios es que la mentada Alma tenía predilección por los artistas...

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  9. Sí. Es que Alma era lo que hoy diríamos, una "socialité" de la época. Aunque también era artista. Era compositora. Aunque Mahler no la alentó gran cosa en ese sentido. Y... sí, Alma, después de enviudar de Mahler casó con Gropius, luego se divorció y terminó viviendo en N. York con el escritor Franz Werzel.
    Saludos, damasocl, y gracias por dejar tus impresiones aquí.

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  10. Dago querido:
    Tu blog esta cada vez mejor, tanto en sus textos como en su seleccion de musica e interpretes. La ultima vez que me dejaste turulato fue con Consagracion de la primavera, y hoy lo haces con esta pieza de Mahler. Y las copuchas no dejan de ser sabrosas; se ve que tu public entiende de estas cosas...
    Enrique, desde Oxford, RU.

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  11. ¡¡Dear Henry boy!! Una gran alegría saber de ti. Muchas gracias por tus palabras y el comentario.

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  12. Luce extraordinarias toda la instrumentación musical, al deleite de los panegíricos de lo clásico. Los comentarios apropiados, con el recatado respeto que exigen estos auditorios y con la majestuosidad de que lo escrito debe ser cierto, para que todos lo verifiquemos. Alegria para el alme, sin duda..Gracias

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  13. Hola, Unknown: Muchas gracias por tu cálido comentario. Saludos.

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