sábado, 28 de septiembre de 2019

Mahler en Maiernigg, Quinta Sinfonía


Cuando Gustav Mahler escribía su Quinta Sinfonía, durante los veranos de 1901y 1902, estaba escapando de una Viena que para él se había transformado en una fuente de estrés insoportable. El 1⁰ de abril de 1901 fue exonerado de su puesto en la Filarmónica de Viena después de un período de tres años en el que el sentimiento antisemita del ambiente musical vienés se vio exacerbado. A Mahler no le quedó más que aferrarse al otro puesto importante que desempeñaba, como director de la Ópera de la Corte de Viena, que también era estresante, quizá un poco menos pero igual generaba en él un desasosiego permanente, afectando seriamente su salud.


Pero en noviembre de 1901, mientras trabajaba en la Sinfonía, ocurrió un evento importante que cambió su vida para siempre. En una cena conoció a la mujer más hermosa de Viena, la compositora en ciernes Alma Schindler, quien acababa de terminar una relación con su profesor de composición. Gustav y Alma se sintieron atraídos mutuamente de inmediato. Se casaron algunos meses después, el 9 de marzo de 1902, cuando su primera hija, Maria, ya alojaba en el vientre de Alma. Fue una relación compleja y a ratos poco feliz, aunque permanecieron juntos hasta la muerte de Mahler, en 1911.

Maiernigg, y la "cabaña de composición"
Alma Mahler (1879 - 1964)
Con todo, Mahler podía mirar hacia el futuro, componiendo. El verano de ese año se escapó a Maiernigg, en la costa sur del Wörthersee, un lugar bucólico en la región de Carintia al sur de Austria, donde el compositor estaba construyendo una villa frente al lago, que terminó de edificar mientras trabajaba en la sinfonía.
Antes, se había hecho construir una pequeña cabaña, escasamente amoblada –lo justo y necesario para no calificar de ermitaño– en la colina detrás de su villa. Cada mañana caminaba hasta allí por un sendero del bosque para trabajar en espléndido aislamiento. Allí completó la Quinta Sinfonía – aunque revisiones posteriores le tomaron cinco años.

Sinfonía No 5 en Do sostenido menor
La obra, de alrededor de una hora de duración, se desarrolla en cinco movimientos (a diferencia de los típicos cuatro de la mayoría de las sinfonías) agrupados en tres secciones. La primera y tercera secciones comprenden dos movimientos cada una, mientras el Scherzo permanece entre ambas como una sección en sí misma. También, muy curiosamente, el primer movimiento está escrito en Do♯ menor y el último, medio tono más alto, en Re mayor.

Movimientos:
00:00  Marcha Fúnebre
14:04  Stürmisch bewegt  (tormentoso)
28:26  Scherzo
45:22  Adagietto. Sehr langsam (muy lento)
55:18  Rondo-Finale

El Adagietto
Párrafo aparte merece el movimiento más famoso de todas las sinfonías de Mahler, el hermosísimo Adagietto de la Quinta Sinfonía ("citado" también en el último movimiento). Escrito solo para cuerdas y arpa, su carácter reflexivo, conmovedor, nostálgico, más resignado que luctuoso, lo hace único y memorable. Fue parte primordial de la banda sonora de la película Muerte en Venecia, de Lucchino Visconti, y ha sido interpretado en numerosos funerales de grandes personalidades, como Robert Kennedy y Leonard Bernstein.
Según algunos estudiosos, fue escrito como homenaje y carta de amor en clave para Alma Schindler, a quien envió el manuscrito terminado sin acompañarlo de ninguna palabra.

Claudio Abbado dirige la Lucerne Festival Orchestra, 2004.


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