martes, 21 de marzo de 2017

Schoenberg: Tres piezas para piano Op 11


En el curso de poco más de veinte años, Arnold Schoenberg, creador del dodecafonismo, compuso cinco conjuntos de piezas para piano solo, que reflejan su evolución desde un primer rompimiento con los cánones armónicos y melódicos que dominaban desde hacía 300 años, pasando por un retorno a una suerte de neoclasicismo, para finalmente abordar abiertamente la más rigurosa atonalidad en sus últimas obras para piano. Tres Piezas del opus 11 es el primer trabajo de ésta, su producción pianística, compuestas en 1909 y estrenadas en Viena al año siguiente.


Schoenberg, músico y pintor
El periodo previo a su creación fue embarazoso y desgraciado para el compositor. Como se sabe, Arnold Schoenberg también fue pintor (y destacado, por cierto), vocación que transcurrió casi paralela a la de músico. Por esos años conoció al pintor austriaco Richard Gerstl, a quien acogió en su casa para recibir de él lecciones de pintura. No fue una buena idea. Gerstl y Mathilde, la mujer de Arnold, se enamoraron. Mathilde huyó con su pintor, pero regresó al poco tiempo. Arnold recobró el aliento, pero Gerstl no soportó el dolor y se mató.

Arnold Schoenberg (1874 - 1951),
retratado por Richard Gerstl (1883 - 1908)
El novedoso giro
Mathilde regresó en octubre de 1908. En febrero del año siguiente Schoenberg inició la composición de las Tres Piezas. Y por primera vez en la historia de la música, cada sonido o intervalo mostró aquí un valor singular e independiente, libre de las jerarquías del discurso tonal. No obstante el novedoso giro, para el propio Schoenberg no constituía más que el camino idóneo, obligado, en la evolución natural del lenguaje musical. Y así lo señaló expresamente, en noviembre de 1909:
"Estoy esforzándome por llegar a una meta que parece ser clara y siento ya la oposición que tendré que superar... No es falta de inventiva ni de capacidad técnica, ni de desconocimiento de las exigencias de la estética contemporánea lo que me ha llevado a esto... [simplemente] estoy siguiendo una compulsión interna que es más fuerte que la educación, más fuerte que mi formación artística..."
Tres piezas para piano Opus 11 
00       Pieza No 1  Mässige (moderato)
03:20  Pieza No 2  Mässige (moderato)
09:47  Pieza No 3  Bewegte (movido)

La versión, brillante, es de la pianista china Di Wu.




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7 comentarios :

  1. Esta música atonal y/o dodecafónica siempre me ha parecido una música "para músicos", bastante alejada del oyente no conocedor, no lo tomes a mal pero salvo unas pocas obras no he conseguido penetrar en la música contemporánea, esta música representa un arduo esfuerzo auditivo y se necesita, al menos yo lo creo así, un guía, una persona conocedora que facilite la experiencia. Saludos.

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  2. Hola, Daniel: No digo que sea fácil ser cautivado por la música del siglo XX, pero hay un resquicio por donde uno puede "entrarle": escucharla "en vivo". Es mágico. Ah, y por supuesto, dejando en casa los cánones del XIX. Insisto, es mágico. Saludos y gracias por el comentario.

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    1. El problema, si me permites, es que para entender una obra necesito oírla muchas veces y allí el disco se vuelve imprescindible ya que posibilita una cantidad de audiciones que es difícil que se puedan realizar de música en vivo.

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    2. No puedo entender una obra en la primera escucha.

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  3. Hola, Daniel: Entiendo que no sea fácil "entenderlas". Pero, "en vivo", basta una vez para poder disfrutarlas. Te lo aseguro. Saludos, y muchas gracias por tus comentarios.

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  4. Bonito artículo! Encontramos el error al querer entender la música. Es muy interesante abrirse a la experiencia.

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