martes, 5 de abril de 2016

César Franck: Quinteto para piano



Según alguna vez comentó la muy renombrada compositora y pedagoga francesa Nadia Boulanger (1887 - 1979), no existe pieza musical que contenga mayor profusión de pianisimos y fortissimos que el Quinteto para piano en fa menor del compositor belga César Franck. La obra fue compuesta en el invierno de 1878-79, en momentos en que el compositor, frisando los sesenta, mostraba un interés algo impropio por una de sus alumnas. Un trabajo altamente expresivo (así lo muestra la profusión de ppp y fff), algunos biógrafos aventuran que pudiera estar inspirado en aquella pasión otoñal.

César Franck (1822 - 1890)
Una historia repetida
Quien no tuvo ninguna duda fue Eugénie Desmousseaux, mujer de Franck, que a esa altura le había dado cuatro hijos (sobrevivían dos). Eugénie declaró a los cuatro vientos que la pieza no era de su agrado. ¿Pero por qué hacerlo público? Quizá notó un comportamiento inusual en su esposo, un estado del ánimo que ella podía fácilmente identificar... Eugénie también había sido su alumna. De ahí a la desafección por la pieza había un solo paso.

Una obra maestra
En cualquier caso, la obra marcó el regreso de César Franck a la música de cámara después de más de 35 años. Y lo hizo con una obra maestra, que desde su estreno en París en enero de 1880 consiguió el aplauso de público y crítica, con la notable excepción de su intérprete al piano para la ocasión, Camille Saint-Säens, quien no obstante ser el dedicatario de la obra, abandonó el escenario molesto por las incesantes modulaciones que el lenguaje de Franck demandaba. Se sumaba, así, el futuro maestro francés, al desafecto de Eugénie, con tanta o menor justicia.

Movimientos:
00       Molto moderato quasi lento
15:00  Lento, con molto sentimento
26:35  Allegro non troppo, ma con fuoco

La versión es de la agrupación francesa Quatour Ébéne, y el pianista ruso Vyacheslav Gryaznov.


Amigo visitante:
Si te gustó el artículo, mucho te agradecemos si lo compartes, o lo recomiendas en Google con un cómodo clic

8 comentarios :

  1. ¡Qué interesante este quinteto! No lo conocía ¡Qué intensidad de emociones trasmite! Me encanta.

    ResponderEliminar
  2. Hola, Angela: Así es. Tal como dices. Me alegra tu entusiasmo. Un saludo y gracias por tu comentario.

    ResponderEliminar
  3. Que buen dato el que nos has entregado, escuchando ese nostálgico dramatismo del quinteto intuía algo, y claro tiene esa nostalgia otoñal que me recordó a Brahms. Gracias por tu blog.

    ResponderEliminar
  4. Hola: Pues me alegro mucho que te haya gustado. Y gracias por el comentario. Saludos.

    ResponderEliminar
  5. Hay un poema de Eloy Sánchez Rosillo que describe esta obra y su génesis de tal forma que es un placer leerlo al tiempo que escuchas el quinteto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Javier: Muy interesante. Gracias x la info. Saludos.

      Eliminar
  6. El dedicatario del quinteto es Saint-Saëns, no Debussy. Probablemente fuera el primero el pianista que lo estrenó y protagonizó esa anécdota de fastidio ante tantas modulaciones.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola. Parece que tienes razón. No sé de dónde salió Debussy. Voy a investigar. Gracias por tu aporte. Saludos.

      Eliminar

Deja aquí tus impresiones, por sencillas que sean. Tu opinión siempre será bienvenida.