miércoles, 7 de agosto de 2019

Schumann: "Papillons", opus 2


Cuando en 1831 Schumann terminó de componer la serie de doce piezas breves para piano que tituló "Papillons", contaba apenas 21 años. Por la época, vivía en casa del maestro más renombrado de Leipzig, tomando lecciones con él desde hacía solo un año, el profesor Friedrich Wieck, quien le aseguró que bajo su tutela llegaría a ser un gran pianista en unos pocos años. No era una apuesta disparatada puesto que, descontado el talento de Schumann, en ese hogar había una niña, Clara, la hija de trece años del maestro Wieck que ya era pianista y daba conciertos con regularidad.


Literatura y música
Bajo la presión de su madre, Schumann se había mudado a Leipzig para continuar estudios de leyes, los que pronto abandonará por la música, no sin antes atravesar por un mar de dudas. En carta a su madre, en julio de 1830, escribe: "Toda mi vida ha sido una batalla entre la poesía y la prosa, o, llámele así, entre la Música y el Derecho". Ahora bien, Schumann no era ajeno a la poesía, ni menos a la música, desde luego. Durante su paso por el Liceo había escrito un ensayo titulado "Sobre la íntima relación entre la poesía y la música", y mientras estuvo en Leipzig dedicó gran parte de su tiempo a la escritura y la lectura.

Die Flegeljahre, la novela
Por esos años se entusiasmó con las novelas de Jean Paul Richter, un autor menor entre los grandes exponentes de la literatura alemana, quien, sin embargo, disfrutó en vida, y más tarde también, de gran popularidad en Europa central, a comienzos del s. XIX. Una de sus novelas le cautivó, Die Flegeljahre, que traducido al español viene a ser algo así como "La edad de la indiscreción" o "La edad atrevida", en relación con la adolescencia.

Schumann, joven (1811 - 1856)
Inspirado en los eventos de la trama, especialmente del último capítulo, Schumann extrajo un retrato musical que tradujo en las doce piezas brevísimas que conforman la afable obra "Papillons", su segunda obra en publicarse.
En carta dirigida a sus hermanos, el compositor los invita a leer "en cuanto puedan la última escena de Flegeljahre porque Papillons intenta ser una representación musical de aquella mascarada".

Papillons, opus 2
Su título –Mariposas– nunca ha sido bien explicado, si bien la música sugiere claramente las nociones de "ligereza" y "vuelo". En conformidad con la idea de música destinada a un salón de baile, conforman la obra doce danzas, la mayoría valses, que escasamente superan el minuto de extensión.

Los estudiosos han calificado la conclusión de la obra, su finale, como un "toque magistral" del maestro: abre con una antigua melodía popular alemana, y termina con seis notas acentuadas que representan las campanadas de un reloj, luego de lo cual el intérprete debe ejecutar un notable diminuendo mediante la remoción, una a una, de las notas de un arpegio sostenido.

Las piezas:
00:00  Introducción, en Re mayor. Moderato
00:14  Vals en Re mayor
00:58  Vals en Mi bemol mayor. Prestissimo
01:14  Vals en Fa sostenido menor
02:06  Vals en La mayor
03:00  Polonesa en Si bemol mayor
04:18  Vals en Re menor
05:20  Vals en Fa menor. Semplice
06:16  Vals en Do sostenido menor
07:36  Vals en Si bemol mayor. Prestissimo
08:25  Vals en Do mayor. Vivo
10:54  Polonesa en Re mayor
13:30  Finale en Re mayor

La versión es de Tiffani Poon.



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