viernes, 27 de febrero de 2015

Aaron Copland: El Salón México



Luego de pasar tres años en París, de 1921 a 1924, estudiando con la célebre pedagoga Nadia Boulanger y empapándose de la cultura musical europea, el compositor estadounidense de ascendencia rusa Aaron Copland regresó a los Estados Unidos con la idea de jugar de ahí en adelante un papel central en la música estadounidense, en la triple faceta de compositor, promotor de la música y educador del público. Lo cumplió largamente. Como compositor de alcance popular, su Fanfarria para un hombre común, de 1942, así lo atestigua. En la faceta de promotor y educador es autor del breve volumen Cómo escuchar la Música, una joya de la divulgación publicada en 1939, y que hasta el año 1975 llevaba cinco re-impresiones.

Aaron Copland (1900 - 1990)
El Salón México
En 1932 viajó a México y entre muchas otras actividades visitó un salón de baile. El salón había abierto sus puertas en abril de 1920 y tenía una sala de espejos y tres pistas de baile clasificadas según la clase social que allí realizaba sus maromas: "Mantequilla" para la clase alta, "Manteca" para la clase media, y "Sebo" para los pobres, que también gustan de bailar, cómo no. Lo curioso –pese a la situación política presente o, acaso, debido a ello– es que todos se congregaban en el mismo recinto, bailando digamos que juntos aunque no revueltos.

La obra
"No fue la música que escuché sino el espíritu que allí percibí lo que me atrajo", dirá más tarde, cuando dio por acabada la obra basada en temas populares mexicanos que decidió escribir luego de su experiencia en el salón de baile. Terminada en 1936, la tituló con el nombre del recinto, El Salón México, obra sinfónica en un movimiento a la que incorporó fragmentos de música mexicana de publicación reciente, como las tonadas populares El Palo VerdeLa JesusitaEl Mosco y El Malacate.

El ritmo
Rítmicamente, la obra hace amplio uso del "huapango", ritmo mexicano que consiste en un compás de 6/8 seguido por uno ligeramente más acentuado en 3/4, lo que me permito "transcribir onomatopéyicamente" del siguiente modo, muy poco académico, claro está, a ver si se entiende:
Primer compás: ta-ta-ta-ta-ta-ta
Segundo compás: tan-tan-tan.

La versión es de la Frankfurt Radio Symphony Orchestra, dirigida por el maestro mexicano Carlos Miguel Prieto.



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lunes, 23 de febrero de 2015

Chopin: Rondó a la mazur, opus 5



Algunos estudiosos elucubran con que Chopin tenía especial predilección por el número cuatro, pues compuso cuatro baladas, cuatro scherzos, cuatro impromptus, y cuatro rondós. Pero habrá que atribuirlo a la pura casualidad porque junto a este recuento innegable están los veinte nocturnos, los veintisiete estudios, los catorce valses, los veintiséis preludios, las cincuenta y siete mazurcas y un larguísimo etcétera que nada tiene que ver con la mentada cifra.

Chopin (1810 - 1849)
París, 1832: nocturnos antes que rondós
Pero también es cierto que al menos en lo que toca a la producción de rondós, Chopin escribió el cuarto y último de ellos en 1832, cuando solo tenía 22 años. Recién establecido en París, es probable que su público, el de los salones de la naciente burguesía y desfalleciente aristocracia, antes que formas musicales típicamente "clásicas", haya celebrado con mayor entusiasmo sus más melodiosos y novedosos nocturnos o preludios, con los que a la vez Chopin iba asentando su personalidad musical más genuina en la composición de piezas de carácter íntimo.

Rondó a la mazur op 5 en Fa mayor
El rondó a la mazur (es decir, al estilo de una mazurka, danza típicamente polaca) es el segundo rondó escrito por Chopin. Para la fecha, 1826, el autor tenía dieciséis años, vivía con sus padres y hermanas en Varsovia y estaba por rendir su maturitas –examen en latín para convertirse en bachiller– que le va a abrir las puertas de la universidad, o del Conservatorio. Chopin preferirá esto último. En el Conservatorio de Varsovia recientemente fundado tomará clases de armonía, contrapunto y composición, porque su maestro de piano, el violinista y clavecinista Wojcieh Zwyny, ya no tuvo más que enseñarle cuando Chopin cumplió doce años.

Publicada en 1827, la pieza está dedicada a su alumna la condesa Alejandrina de Moriolles. (Sí. Chopin tenía alumnos a los dieciséis años). Bastante exigente, presenta dos temas contrastantes, vivo y gracioso el primero sobre el ritmo de mazurka, tranquilo y cantabile el segundo (1:35). Cierra la pieza un final brillante.

La versión es del pianista búlgaro Evgeny Bozhanov, durante su participación en el Concurso Internacional Chopin, en Varsovia, el año 2010.


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viernes, 20 de febrero de 2015

Chabrier: "España", rapsodia p. orquesta



Como ya se ha dicho en esta página en otras oportunidades, músicos "menores" los ha habido desde siempre. El siglo XIX fue pródigo en ellos, tal vez debido a la popularización de la música que tuvo lugar en esa centuria. No obstante tratarse de compositores de talento que se ganaron la vida ejerciendo su oficio de músicos, una producción escasa, o sencillamente la ausencia de genio deslumbrante, los mantuvieron en la periferia, a la retaguardia de los grandes maestros. Ahora bien, como en toda jerarquía, también se dio que entre los músicos "menores" hubo algunos que lo fueron más que otros, es decir, más menores todavía.

Emmanuel Chabrier (1841 - 1894)
Chabrier, músico "menor"
Es el caso, con el debido respeto, del compositor Emmanuel Chabrier, nacido en Ambert, Francia, en 1841, y autor de España, rapsodia para orquesta que alcanzó una gran popularidad en su tiempo. Compuesta en 1883 luego que Chabrier pasara unos meses en la península, España se enmarca en la extendida tendencia de esos años de componer música "a la española", o con "aires españoles", según una visión algo exótica de la realidad española, compartida por gran parte de los artistas románticos o posteriores (Glinka con su Jota aragonesa, Lalo y su Sinfonía española, Bizet y CarmenRimski-Kórsakov y el Capricho español, Ravel y su Rapsodia española; y por supuesto, Erik Satie, quien compuso su Españaña para significar su ultra "españolismo", y mofarse de todos los anteriores).

No tan "menor"
Pero Chabrier, en su época, no fue tan "menor", al parecer. Autor de canciones, obras para piano y orquestales, también escribió óperas, la más célebre de ellas, Le Roi malgré lui, de cuyos compases iniciales Ravel dijo que habían cambiado el curso de la armonía en Francia.

Reconociendo al músico "menor"
Y curiosamente, han sido estos músicos "menores" quienes hoy permiten que acusemos cierta familiaridad con la música clásica, aun echando mano de una sola obra. Se lo debemos a los medios. De España y tantas otras obras hemos tenido una primera audición en circunstancias completamente ajenas a los círculos musicales. La repetición hace que posteriormente recordemos su melodía, pero no sabemos de dónde. La reconocemos pero ignoramos completamente al autor y su época. Pero ahí está, reconocible, la obra del autor "menor" que ha surcado, en este caso, ciento treinta años de historia y todavía goza de buena salud.

España es una obra breve, dura menos de siete minutos, y como toda rapsodia, no tiene secciones, o partes.
La versión es de la Filarmónica de Berlín, conducida por Plácido Domingo.


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miércoles, 18 de febrero de 2015

Erik Satie: 3 Gymnopédies



Monsieur le pauvre
El compositor Erik Satie murió en un hospital de París el 1 de julio de 1925, tras una larga enfermedad. Durante su permanencia de varios meses en el establecimiento, lo único que anhelaba era que lo regresaran a su casa para morir en ella, en medio de la pobreza, en el muy modesto suburbio parisino de Arcueil-Cachan.
"Monsier le pauvre", título con que Satie se autodenominó a menudo, vivió allí miserablemente desde 1898 y por el resto de sus días, no obstante que a partir de 1911 iba a convertirse en un compositor célebre, aunque discutido.

Erik Satie (1866 - 1925)
Satie, "popular", a mediados del s. XX
Efectivamente, Satie obtuvo el reconocimiento de al menos los eruditos luego que, tras gestiones de Maurice Ravel, la Societé Musicale Indépendante le dedicara un concierto monográfico, en 1911. De ahí en adelante se hizo "popular", aunque nunca como 150 años más tarde, cuando en la segunda mitad del siglo XX sus obras de juventud comenzaron a ser oídas en los contextos más diversos, desde comerciales destinados a la venta de productos de consumo masivo, hasta arreglos de jazz rock o jazz fusión, pasando por un buen número de tomas finales de películas en las que una pareja pasea por la playa con la puesta de sol como fondo.

Tres Gymnopedies
De todo ello, Satie se habría mostrado agradecido, sin duda. Y quizá si hubiese inventado un nuevo título por cada performance, porque si de títulos se trata, dio muestras de poseer un ingenio sin límites. Una de sus primeras incursiones en la música para piano solo, de 1888, y quizá su obra más conocida y feliz, lleva el curioso título de 3 Gymnopédies. Se dice que hace alusión a la educación de los jóvenes griegos, pero preguntado Satie por ello, señaló que se había inspirado en las novelas de Flaubert...

Se ha dicho también que las tres piezas son la misma escrita tres veces. Exploran una sola idea, es cierto, pero desde perspectivas distintas, manteniendo inalterado su innegable carácter soñador.

La versión, solo audio, es de la pianista francesa Anne Queffélec:
00      Gymnopédie No. 1. Lent et douloureux
03:33 Gymnopédie No. 2. Lent et triste
06:30 Gymnopédie No. 3. Lent et grave


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lunes, 16 de febrero de 2015

Brahms: Variaciones - tema de Haydn



Casi veinte años después de la muerte de Robert Schumann, el compositor hamburgués Johannes Brahms seguía escribiéndose con Clara Schumann, el objeto de esa pasión ideal a la vez tan cercana y distante. A propósito del estreno de su primera obra sinfónica de madurez, las Variaciones sobre un tema de Haydn, escribió a Clara confesándole su especial predilección por esta pieza, que aunque breve y sencilla, le reportaba "mayor satisfacción y agrado" que muchas otras.

Nueve variaciones
Ciertamente, Brahms quedó fascinado con el tema que aparecía en el primero de seis divertimenti para instrumentos de viento publicados en 1831 y, como se creyó en ese momento, escritos por Haydn alrededor de 1800. El tema tenía por base un antiguo canto de peregrinos llamado "Coral de San Antonio".
Encantado con la melodía de métrica irregular, sobre ella construyó Brahms un conjunto de nueve variaciones que se constituirá en su primera obra orquestal madura, y cuya buena acogida abrirá paso a la confianza necesaria para terminar su Primera Sinfonía.
Como de costumbre, y por razones prácticas, Brahms también escribió una versión para dos pianos.

Tema ¿de Haydn?
Brahms, a los veinte años
(Hamburgo, 1833 Viena,1897)
Pese a que la autoría de Haydn de los divertimenti ha sido puesto en duda desde hace más de cincuenta años siendo hoy atribuidos por lo general a Ignaz Pleyel, discípulo de Haydn, y padre de Camille, amigo de Chopin, el uso corriente y la tradición discográfica mantiene el título que aquí se señala y, probablemente, debido a eso mismo, el error será perpetuado. Sin embargo, los amantes serios de la música acostumbran referirse a la obra como "las Variaciones sobre el coral de San Antonio", amparados en su seriedad.

Variaciones
Compuesta en el verano de 1873 durante una estadía de Brahms en una localidad de Baviera, la obra fue estrenada el 2 de noviembre de ese año por la Orquesta Filarmónica de Viena dirigida por su autor, con gran acogida de público y crítica.

Sus partes son:
00       Tema
02:24  Var 1. Poco più animato
03:40  Var 2. Più vivace
04:42  Var 3. Con moto
06:30  Var 4. Andante con moto
08:50  Var 5. Vivace
09:47  Var 6. Vivace
11:12  Var 7. Grazioso
14:29  Var 8. Presto non troppo
15:39  Finale. Andante

La versión es de la Orquesta Sinfónica de Galicia, conducida por Dima Slobodeniuk.


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viernes, 13 de febrero de 2015

Elgar: "Pompa y circunstancia" - Marcha 1



Su Majestad Eduardo VII, por la gracia de Dios, del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda y los Dominios Británicos más allá de los mares, rey, defensor de la fe, y emperador de la India, se ganó ese título el mismo día que falleció su madre, la Reina Victoria, el 22 de enero de 1901, tras haber sido heredero durante 59 años, dos meses y trece días. Para su coronación debió, asimismo, esperar. No fue sino hasta el 9 de agosto de 1902 que Eduardo ascendió al trono, en la Abadía de Westminster, donde podría haberse escuchado una melodía compuesta el año anterior y adaptada para la ocasión, si el rey, antes, no se hubiese puesto enfermo.

Sir Edward Elgar (1857 - 1934)
El autor
La melodía era la parte central de una marcha compuesta por Edward Elgar, compositor inglés nacido en 1857 que solo había obtenido fama y reconocimiento a los 42 años, luego de la publicación de su obra maestra, las Variaciones Enigma, de 1899.
Superado así un largo periodo de baja autoestima, para 1901 había compuesto un par de marchas que el día de su estreno fueron muy bien recibidas, debiendo ser bisada dos veces la primera de ellas. La parte central de la Marcha N° 1, el trio, será incluida en la Oda compuesta por Elgar en 1902 para la coronación de Eduardo, con el título Land of Hope and Glory.

Una marcha tras otra
El entusiasmo prendió y en 1905 Elgar escribirá una tercera marcha, en 1907 una cuarta y, finalmente, una quinta, algo más tarde, en 1930. La serie se tituló Pompa y Circunstancia, palabras tomadas de unos versos del Otelo de Shakespeare, aunque con ese nombre ha terminado por ser conocida sólo la primera marcha.

Marcha No 1 - trio
Desde entonces hasta hoy, la Marcha N° 1 forma parte de las ceremonias de graduación de institutos de educación superior en gran parte del mundo occidental. Es considerada un segundo himno británico y con ella cierran los Proms cada año. Su sección central, el mentado trio, es una de las melodías más populares en la historia de la música.

La versión es de la Orquesta y Coros de la Radio Televisión Española, bajo la conducción del maestro Enrique García Ascencio. (El coro entona nuevamente el trio en 5:04.)


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miércoles, 11 de febrero de 2015

Wieniawski: Concierto para violín N° 2



Sabido es que la nación polaca ha debido lidiar desde siempre con sus voraces vecinos. Durante los siglos XVIII y XIX, por ejemplo, debió ceder de vez en cuando alguna porción de territorio a Austria, o en su defecto, a Prusia, o sufrir, ahora o más tarde, la intervención del ejército zarista. Nada de sorprendente tiene entonces que cuando el violinista y compositor Henryk Wieniawski vino a este mundo en Lublín en 1835, Polonia se encontrara bajo la dominación rusa. Curiosamente, Wieniawski vio despegar y florecer su carrera en San Petersburgo, donde terminó por convertirse en una de las principales figuras musicales de la Rusia zarista.

Henryk Wieniawski (1835 - 1880)
¿Un nuevo Paganini?
Proveniente de una familia de larga tradición musical, Wieniawski ingresó al Conservatorio de París a los nueve años y a los once recibió su primer premio en violín. Niño prodigio, dos años más tarde comenzaba una carrera como concertista. Junto con alcanzar un estatus como uno de los más grandes violinistas de la época se le comparó a menudo con Paganini el virtuoso fue madurando también como compositor.

Primer intento
Un primer concierto para violín, escrito a los 18 años, había conquistado al público pero no a la crítica: mucho juego virtuoso vacío de contenido, fue el comentario generalizado. Razón no le faltaba a la crítica pues la obra no ha llegado hasta nosotros.
Distinto es el caso de su segundo concierto, estrenado en San Petersburgo en 1862, bajo la dirección de Anton Rubinstein. La obra, altamente exigente, se mantiene hasta hoy como uno de los grandes conciertos para violín de la época romántica.

Concierto para violín y orquesta N° 2 en re menor
Comenzado alrededor de 1856, y estrenado el 27 de noviembre de 1862 con el autor como solista, fue publicado muchos años más tarde, en 1879, con dedicatoria a su amigo, y virtuoso colega, Pablo de Sarasate.
Consta de las tres secciones tradicionales, con el segundo movimiento unido al primero, sin pausa.
00       Allegro moderato
10:37  Andante non tropo (romanza)
15:03  Allegro con fuoco - Allegro moderato (a la zíngara)

La versión es del violinista y director israelí Shlomo Mintz, acompañado por la Southwest German Symphony Orchestra.


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lunes, 9 de febrero de 2015

Chopin: Berceuse - Canción de cuna



El verano de 1844 Chopin volvió a pasar la temporada en Nohant, en compañía de la Sand y sus hijos. Esta vez se les unió Ludwika Chopin, hermana mayor de Frédérik, a quien éste no veía desde su partida de Varsovia, hacía 14 años. Como de costumbre, se reanudaron los paseos y excursiones por la región, además de las veladas, luego de una jornada de gratificante trabajo.

Quien no pudo asistir en la ocasión fue la cantante Pauline Viardot-García, quien andaba de gira. En su representación, dejó con ellos a su pequeña hija, al cuidado de la Sand. Se especula que la pequeñuela haya podido ser la inspiración para la canción de cuna comenzada por Chopin ese año en Nohant (aunque resulta difícil imaginarse a Frédérik comprometido en arrumacos con un bebé).

La obra, terminada en 1844, fue publicada al año siguiente con dedicatoria a una persona muy querida por Chopin, su pupila y admiradora Elise Gavard, quien se constituirá en un gran apoyo luego de su ruptura con George Sand en 1847 y estará presente ante su lecho de muerte, dos años más tarde.

Berceuse opus 57 en re bemol mayor
La breve y sencilla pieza es la única canción de cuna que compuso Chopin. Pero ella le bastó para elevar la forma a una categoría superior de arte, de la que tomaron inspiración otros compositores, Liszt entre ellos. La obra toma la forma de tema y variaciones, con una línea melódica apoyada en la armonía más simple que pueda imaginarse: tónica y dominante, un basso obstinato que recorre toda la pieza, de principio a fin, encargado a la mano izquierda. Las variaciones son 14, con una dificultad que va en aumento hasta la parte central de la pieza para luego volver a la sencillez del principio.

La versión es de la pianista francesa Elizabeth Sombart, quien tras agregar un par de detalles biográficos sobre Chopin, ilustra en el teclado la labor que realizará la mano izquierda, luego nos muestra el tema y la variación más compleja. Tras esta introducción, inicia su excelente performance en 1:50.


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sábado, 7 de febrero de 2015

Léo Delibes: Lakmé - "Air de clochettes"



En la segunda mitad del siglo XIX, hacía rato que la aristocracia y nobleza parisienses habían abandonado la sana costumbre de organizar veladas musicales en sus salones, como había sido la norma en el periodo anterior. Apagada también la agitación romántica, la nueva clase dominante, una burguesía ansiosa de cultura y nuevos conocimientos, se volcaba ahora a los teatros a escuchar ópera... no muy sofisticada, una trágica historia de amor era suficiente, y si ambientada en alguna localidad exótica, tanto mejor.

Un romance en Tahiti
Con la figura del escritor viajero irrumpiendo con fuerza en el siglo XIX, las historias ambientadas en lugares exóticos se contaban por montones. Muchos de estos trotamundos publicaron sus andanzas en forma de cuadernos de viaje, y no faltaron quienes se despacharon un par de novelitas inspiradas en su experiencia. El francés Pierre Loti es uno de ellos, autor de la novela autobiográfica Rarahu ou le marriage, de 1880, que narra un romance que el autor vivió en Tahiti, y que terminó trágicamente con la muerte de la amada.

Léo Delibes (1836 - 1891)
Lakmé
La historia encantó al compositor ya maduro Léo Delibes que venía de ser aclamado por su obra maestra, el ballet Copellia, y decidió llevarla a escena produciendo la que será su última ópera, Lakmé. Como quiera que Tahiti, protectorado francés, no resultaba lo suficientemente exótico, la acción se trasladó a la India, regentada por los británicos. El viajero Loti se transformó en un oficial británico y la chica en una sacerdotisa hindú, Lakmé, a quien una planta venenosa provocará una poética muerte, a diferencia de la historia real, que llevó a la chica a morir a consecuencia de su alcoholismo.

"Air de Clochettes"
Su estreno en la Ópera Comique de París, en abril de 1883, fue todo un éxito. Pero el siglo XX se olvidó de ella, y solo en fechas relativamente recientes es que ha vuelto a los escenarios. Sin embargo, dos de sus arias más conocidas son interpretadas regularmente como piezas de concierto: el dueto de las flores, y la altamente virtuosística Air de Clochettes (aria de las campanillas) del Acto II, destinada al lucimiento de una soprano ligera, exigida a cerrar el aria con un mi6 (la nota mi en la sexta octava del piano), al extremo de su registro.

La versión, brillante, es de la soprano francesa Natalie Dessay.


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miércoles, 4 de febrero de 2015

Tchaikovski: Suite del "Lago de los Cisnes"



El ballet más famoso del mundo fue un fracaso completo para su estreno, el 4 de marzo de 1876, en el Teatro Bolshoi de Moscú. Variadas fueron las circunstancias que concurrieron. Una coreografía deficiente, escenario y vestuario pobres, pésima dirección, números considerados indanzables reemplazados por otros para complacer a los solistas, se tradujeron finalmente en la realización de un montaje desastroso. Pero Piotr Ilich Tchaikovski no cayó en depresión, esta vez. Simplemente se olvidó del ballet, si bien en 1882 la obra volvió a escena con una nueva coreografía y algunos ajustes, lo que redundó en una mejor acogida.

Tchaikovski, al final de su vida
(1840 - 1893)
El intento de una suite orquestal
Ese mismo año, enterado de que Léo Delibes había tomado la costumbre de convertir sus ballets en suites de concierto, Tchaikovski solicitó a su editor, Piotr Jurgenson, que le hiciera llegar una copia de la partitura. El maestro volvía a interesarse en el malogrado ballet con la intención de extraer de su música una suite orquestal y, quién sabe, quizá volver a revisar la obra completa. Pero nada de esto sucedió. Tchaikovski murió en 1893 sin haber enviado a Jurgenson la suite ni menos la revisión del ballet aunque es posible que haya enviado uno que otro trozo, pero no podemos asegurarlo.

Una "suite de Jurgenson", opus 20a
Lo único cierto es que Jurgenson publicó en noviembre de 1900 una "suite" conformada por seis números del ballet, como el opus 20a. Comoquiera que la autoría de su construcción no queda clara, las versiones que hoy se escuchan de la suite orquestal del ballet El Lago de los Cisnes son variopintas. Las hay con seis números –la "original"–, con ocho (agregando una danza española, o una napolitana, y una mazurka), y también con nueve. Por si fuera poco, el orden en que se presentan queda, también, a gusto de los intérpretes, o del director.


Suites del Lago de los Cisnes hay para todos los gustos. La siguiente es la versión es de la Orquesta Sinfónica de una escuela de música de Gdansk, Polonia.
Dirige, Sylwia Anna Janiak.

00:26  Escena. Moderato
03:39  Vals. Tempo di Valse
11:10  Danza de los cisnes. Allegro moderato
12:50  Escena. Andante
19:35  Danza Húngara. Czardas. Moderato assai

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martes, 3 de febrero de 2015

Puccini: M Butterfly - "Un bel di vedremo"



Veinte kilómetros caminó el joven organista de la pequeña localidad de Lucca, Giacomo Puccini, para asistir a una función de ópera, en marzo de 1876. Por nada del mundo quería perderse la primera representación en Pisa de la obra que cuatro años antes había revolucionado al mundo lírico europeo: Aida, de su compatriota Giuseppe Verdi. Tal fue su impresión, que la experiencia marcó el rumbo definitivo de su derrotero musical encauzándolo hacia la composición de obras para el teatro lírico. Tenía dieciocho años.

Obras maestras
Un cuarto de siglo más tarde, había entregado al mundo tres obras maestras: Manon Lescaut, en 1893; La Bohème, en 1896; y Tosca, en 1900. Para el cambio de siglo, Puccini disfrutaba del esplendor de su fama y gozaba de una situación económica envidiable. Pero el apabullante éxito obtenido con Tosca había dejado la vara muy alta y la búsqueda de un libreto que le acomodara se convirtió en un apremio agotador. Lo encontrará finalmente de visita en Londres, luego de asistir a la representación de un drama basado en la breve novela "Madame Butterfly", escrita por un abogado de Filadelfia.

Madame Butterfly
Giacomo Puccini (1858 - 1924)
El trágico sino de la joven geisha traicionada conmovió profundamente a Puccini. Además, la triste historia de amor entre personajes culturalmente distintos y el desarrollo de la acción en un ambiente exótico iban muy a tono con los gustos de la época. Sin embargo, su estreno en La Scala de Milán el 17 de febrero de 1904 fue un completo fracaso.
Un artículo de la revista Música y músicos señaló que la obra fue acogida con: "...gruñidos, bramidos, mugidos, risas, berridos, risotadas... gritos de bis lanzados adrede...". La obra debió ser retirada de cartel. Sin embargo, luego de tres meses de importantes ajustes consiguió el éxito en el Teatro Grande de la cercana localidad de Brescia.

Un bel di vedremo
El aria, tal vez la más famosa de la ópera, pertenece al Acto II. Han pasado tres años desde que el oficial de marina estadounidense, Pinkerton, partió a su país con la promesa de volver donde Cio-Cio-San, la adolescente conocida también como Butterfly a quien hizo su esposa. La criada Susuki trata de convencer a Cio-Cio-San de que Pinkerton la ha abandonado. La protagonista le reprocha su poca fe, y le asegura, cantando apasionada, que "un bello día veremos levantarse un hilo de humo en el extremo confín del mar...".

La versión es de la soprano rumana Angela Gheorghiu, en una presentación de concierto en el Lincoln Center de Nueva York, el año 2005.


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lunes, 2 de febrero de 2015

Robert Schumann: "Kinderszenen" - Escenas infantiles




En la primavera de 1838, Robert Schumann, de 28 años, se encontraba justo en medio de su accidentado y extenso noviazgo con Clara Wieck, nueve años menor. No obstante su juventud, Clara ya era una notable pianista aclamada internacionalmente, que pasaba buena parte del año en gira, de modo que el noviazgo hubo de desarrollarse principalmente por carta. El último tour, comenzado en octubre del año anterior ya iba para cinco meses. A Robert le parecía interminable, pero llenó el vacío de la espera con intenso trabajo. En marzo de ese año le escribió a Clara:
"He estado a la espera de tu carta, y entretanto he llenado varios cuadernos con piezas... Recordé que una vez dijiste que a menudo veías en mí a un niño, y de pronto me sentí inspirado y pude despachar alrededor de 30 pequeñas piezas muy pintorescas... Seleccioné varias de ellas y las titulé 'Escenas Infantiles'. Las disfrutarás, aunque deberás olvidar que eres una virtuosa cuando las toques."
Escenas Infantiles 
Clara Wieck (1819 - 1896)
Efectivamente, el pequeño conjunto de miniaturas, Kinderszenen, no opone grandes dificultades técnicas a su interpretación, aunque claramente no han sido escritas para que los niños se ejerciten con ellas.

De las 30 piezas referidas, Schumann escogió trece para integrar esta sencilla "suite" que, al decir de los estudiosos, constituye un tributo a los recuerdos y sentimientos de la infancia desde una perspectiva de adulto; miniaturas que –habida cuenta de la atribulada alma de Schumann– llevaron a un joven Julio Cortázar de 24 años a señalarlas como "un rayo de sol en la atormentada atmósfera de su arte".

Luego que la obra estuvo definida, Schumann adosó a cada trozo un título, que no tiene otro objeto que sugerir al intérprete, sutilmente, su carácter.
Con la popular Träumerei como la pieza N°7, los trece trozos son:

00:40 Von fremden Ländern und Menschen (Extraños países y personas)
02:09 Kuriose Geschichte (Un cuento divertido)
03:15 Hasche-Mann (El hombre del saco)
03:48 Bittendes Kind (El niño mimado)
04:38 Glückes genug (Bastante feliz)
05:17 Wichtige Begebenheit (Un acontecimiento importante)
06:09 Träumerei (Ensueño)
08:43 Am Kamin (En la chimenea)
10:02 Ritter vom Steckenpferd (Caballero en caballo de madera)
10:43 Fast zu ernst (Un poco serio)
12:12 Fürchtenmachen (Espantoso)
13:52 Kind im Einschlummern (Niño adormecido)
15:31 Der Dichter spricht (El poeta habla)

La versión es del maestro Vladimir Horowitz, en Viena, 1987.


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