jueves, 29 de enero de 2015

Erik Satie, Cinco Nocturnos, para piano



Desde muy joven, Erik Satie dio muestras de su irreverencia y extravagante sentido del humor al asignar con todo desenfado el "Opus 62" a su primera publicación, cuando tenía 19 años. A ello seguirá una tendencia irrefrenable por titular sus obras de modo no tradicional como lo muestran las Tres piezas en forma de pera, o la Sonatina Burocrática, o Los preludios flacos verdaderos, o las Descripciones automáticas, por señalar unos pocos dentro de un extenso y abultado cúmulo de disparatados y cómicos títulos con los que gustaba hacer mofa de la formalidad que generalmente rodea la práctica de la música académica.

Y claro, respecto de sus conocidas Gnossiennes y Gymnopédies, tampoco entregó mucha información, que no sea que las primeras algo tienen que ver con la filosofía de los gnósticos, y las segundas con la educación griega de los jóvenes. Por otra parte, junto a un par de colegas franceses, es también creador de una curiosa "música de mobiliario", destinada a ser escuchada mientras se está ocupado en otro asunto. Y como no era ajeno a alguna tendencia mística, en 1890, a los 23 años, fundó junto a un amigo la secta que llevó por nombre "Iglesia Metropolitana del Arte de Jesús Conductor".

Erik Satie (1866 - 1925)
En la vejez
Pero para 1919 Satie había cambiado. El año anterior había muerto su amigo Debussy, sin que se hubieran recompuesto las relaciones que en algún momento comenzaron a enfriarse sin una razón de peso. Fue Debussy quien "descubrió" a Satie en un café de París en 1891 y fue Debussy quien orquestó más tarde las Gymnopédies, pero hubo de irse de este mundo indispuesto con Erik. En su vejez, Satie lamentará profundamente que las cosas se hubieran torcido de ese modo.

Cinco Nocturnos
Por todo esto, y acaso qué más, los Cinco Nocturnos constituyen una obra de Satie completamente seria, sin título juguetón ni textos extramusicales divertidos agregados a la partitura. Compuestos entre agosto y noviembre de 1919, constituyen sus últimos trabajos para piano, si se exceptúa una pequeña pieza de 1920.

Originalmente eran seis, pero Satie no alcanzó a completar el último, o simplemente abandonó la empresa. Sin embargo, el video presenta aquí una sexta pieza, en plan de "work in progress", incluido por su editor, y que por lo mismo, termina abruptamente. Son los nocturnos acabada muestra de que el lenguaje musical de Satie había cambiado para fines de la Primera Guerra, y aunque en ninguno de ellos se observan las características de aquellos de Chopin, o Field, el espíritu de la forma está en ellos claramente presente.

Muy breves, tres de ellos llevan indicación inicial de tempo, austera, sin asomo de juego:
00       I  Doux et calme
02:35  II  Simplement
04:32  III  Un peu movement
07:21  IV
10:02  V
12:00  VI

La versión, solo audio, es del pianista francés Jean Yves Thibaudet.


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