lunes, 23 de septiembre de 2013

Schubert: Impromptus del Opus 142



El cuadro representa una vista de la calle Kettenbrücken, en la localidad de Neu Wieden, cercana a Viena. En el edificio del centro tenía sus aposentos Ferdinand Schubert, también músico y compositor, y hermano mayor de Franz.

En casa de Ferdinand
Hasta allá se había trasladado Franz Schubert a finales del verano de 1828 en busca de aires más saludables que los que le ofrecía Viena. Estaba claramente enfermo y necesitaba con urgencia que sus pulmones se descongestionaran, para volver a producir. Además, había decidido perfeccionar sus conocimientos en lo concerniente a la técnica del contrapunto y de la fuga, para lo cual necesitaba tiempo y una mejora del ánimo.

Depresión y la muerte del ídolo
Desde hacía dos años su salud se había deteriorado seriamente. Al rechazo a su postulación al puesto vacante de director de capilla de la corte, se sumó luego la muerte del venerado Beethoven, en 1827. Franz entró en un estado severo de depresión. Es cierto que el lustre de Beethoven tal vez oscureció el propio brillo de Schubert, sin embargo esto no lo prejuició en su contra, aunque en una ocasión expresó ante un amigo serias dudas de que alguien, incluido él mismo, fuese capaz de superar al maestro. A la muerte de Beethoven, pese a su salud delicada y la intolerable depresión, el pequeño Franz, junto a todos sus amigos, acompañó el cortejo llevando él mismo una de las antorchas, según cuenta la tradición.

Franz Schubert (1797 - 1828)
Pero no obstante la feble condición espiritual, el genio creativo de Franz no decayó. De ese año son, entre otros, los Tríos para piano y cuerda, los Momentos musicales y los muy celebrados ocho Impromptus, compuestos en el otoño de 1827, y que conforman los opus 90 y 142. Recién ese año los editores vieneses comenzaron a vislumbrar que podrían tener ante sí a un músico de auténtica valía.

El final
Quizá ello explique que de los cuatro impromptus del Opus 90 (D. 899, según el revisor de su catálogo, Otto Erich Deutsch) sólo dos de ellos, los primeros, hayan sido publicados en vida del compositor.
Los dos restantes y los cuatro impromptus del Opus 142 (D. 935) sólo vieron la luz pública en el año 1857, a casi treinta años de su composición, y de la muerte de su autor, en la más absoluta pobreza y alojado de gracia en la casa de su hermano Ferdinand.
Sus posesiones al momento de morir, a los 31 años, eran algo de ropa y un buen número de partituras, cuyo valor fue estimado en 63 florines. Los gastos del funeral ascendieron a 270.


Cuatro Impromptus del Opus 142
Los Impromptus son quizá las "pequeñas piezas" de Franz Schubert que han adquirido mayor popularidad. Más o menos próximos a los nocturnos de Chopin, poseen sin embargo personalidad propia y muestran a las claras una profunda y sólida musicalidad romántica, llegando a exhibir incluso cierto dramatismo dentro de la gracia y el encanto que les es propio.

Los cuatro impromptus se presentan aquí como obra completa –de acuerdo con la tradición concertística– en versión del pianista canadiense de origen libanés Karl Wolf –su nombre artístico.

00:00  N° 1 en Fa menor. Escrito en forma rondó: un tema principal alterna con otro contrastante.
10:42  N° 2 en La bemol mayor. Sus primeros compases recuerdan vivamente los propios de la sonata N° 12 de Beethoven. Es muy probable que Schubert los haya pedido "prestados", no era raro en la época.
18:06  N° 3 en Si bemol mayor. Quizá el más popular de todos. Un tema con variaciones. En este caso, Schubert se prestó a sí mismo el tema principal, tomándolo de la música incidental que se le solicitó compusiera para el drama teatral Rosamunda.
29:26  N° 4 en Fa menor. Una pieza intensa, el más exigente de todos los Impromptus. Finaliza espectacularmente con una escala de la mano derecha que recorre el teclado de un extremo a otro.

Servicio a la comunidad. El impromptus N° 4 será parte del recital que el pianista austriaco Ingolf Wunder –acreedor del segundo premio en el Concurso Chopin Varsovia 2010– presenta este próximo miércoles 25 de septiembre en el Teatro Municipal de Santiago.

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