jueves, 10 de febrero de 2011

Beethoven: "Emperador" - 2do y 3er mov.


Piano y timbales

Apenas despuntó el año 1809, las tropas napoleónicas se encontraban por segunda vez acampadas en las cercanías de Viena, a la espera del momento político y militar para tomar posesión. La noche del 11 al 12 de mayo bombardearon la ciudad. Ludwig, no pudiendo soportar el estrépito de los cañones, se encerró esa noche en el sótano de su casa con la cabeza entre almohadones pues el estruendo no hacía otra cosa que mortificar sus oídos enfermos.

Sin embargo, este ruido de fondo no fue obstáculo para que ese año Beethoven compusiera su último concierto para piano y orquesta, el N° 5, llamado "Emperador" por su grandiosidad y magnificencia. No está de más recordar que es ésta una etapa de la vida de Ludwig en que la sordera lo acompaña ya por diez años.
El concierto está estructurado en tres movimientos: Allegro - Adagio un poco mosso - Rondo: allegro.

El adagio es uno de los trozos más hermosos escritos por Beethoven. Comienza, pianissimo, con la presentación de un tema de porte amplio, muy expresivo, a cargo de los instrumentos de cuerda. En 1:39, el piano, con dos notas octavadas dará inicio al desarrollo de una melodía de extraordinaria belleza.



Con las tropas francesas a las puertas de Viena, la familia imperial, que era muy seria y responsable, abandonó la ciudad. Y también gran parte de la nobleza, entre ellos el archiduque Rodolfo, amigo de Beethoven quien materializará la despedida en su sonata Los Adioses, dedicada al archiduque y compuesta ese mismo año: Ludwig, impertérrito, se mantenía en la capital del imperio, creando música.

El tercer movimiento del Concierto Emperador tiene la particularidad de ser, sino el único, uno de los pocos conciertos para piano y orquesta de aquella época en que el piano y los timbales hacen música juntos. Al término del movimiento −la espera del tutti definitivo y final− la orquesta calla mientras el piano y los timbales avanzan en un severo ritardando hacia la inmovilidad total.
Como por lo general los timbales están a la espalda del pianista, éste y el percusionista deben escucharse atentísimamente porque ambos están obligados a llevar el ritardando (o morendo) a la misma velocidad, exactamente.

La versión es del pianista nacido en Lituania, Kasparas Uinskas.



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7 comentarios :

  1. Espectacular, Dago querido... el adagio, el pianista; en definitiva, el maestro Beethoven. Mil gracias por instruirnos y hacernos disfrutar de estas bellezas musicales. Besos...

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  2. Dago, un verdadero gusto haber encontrado este blog, por pura casualidad. Encontrar un sitio donde además de la música se agregue la historia es como una aguja en un pajar. Y hablamos de música clásica, tan devaluada en estos tiempos!
    Uso tremendamente internet y vivo de una profesión relacionada a ella, y aún visitando muchos buenos blogs es raro que me haga "seguidor" de ellos. En este caso hago una excepción por lo agradable, culto, bien escrito y profundamente emocional que tiene el tuyo. Te felicito y ojalá que un nuevo seguidor te de ánimos para continuar brindándonos estas páginas deliciosamente sutiles y llenas de pasión. Un cordial saludo desde Río Cuarto, Córdoba, Argentina.

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  3. Ciertamente, pos Marcelo. Así espero que sea. Tu comentario extraordinariamente conceptuoso me ha sorprendido al punto de sentir que alguien desde la nube me palmotea en el hombro. Muchas gracias.
    Schubert viene en camino.

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  4. Muchas pero muchas felicidades!!! d verdad te felicito por tu blog esta excelente, lo acabo de descubrir por mera causalidad. al andar buscando analisis de la musica de mi compositor favorito SIBELIUS!, y ten por seguro que te seguire, ojala y puedas poner algo de él.
    Gracias y cuidate mucho!!!
    graco31@hotmail.com

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  5. Hola, Graco:
    La suerte nos acompaña a los dos entonces. Gracias por tus bienaventuranzas. Voy en orden cronológico, espero llegar hasta Stravinsky y "devolverme" hasta el barroco temprano y de ahí, comenzar de nuevo, esta vez, aleatoriamente y, de seguro, con algo más de profundidad en cada compositor. En algún momento, antes de "devolverme", me toparé con Sibelius, no lo dudes. Un abrazo.

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  6. ¡Gracias! He gozado este concierto y tu blog está entre mis favoritos.
    Agradezco poder oír tanta maravilla y además, aprender.

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  7. A Anónimo: Gracias por tu comentario. Y de eso se trata. Escuchar música y... aprender algo, si es posible.

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